Quienes somos
DePenyagolosa, de la granja... a la mesa.
DePenyagolosa se ha concebido como una iniciativa de cooperación junto a las decenas de pequeños productores y elaboradores del territorio, aunando los esfuerzos para una comercialización conjunta de unos productos de calidad, de proximidad, naturales y sostenibles, a la vez que funcionales por los efectos positivos para la salud de los consumidores, con el objetivo de valorizar los productos y servicios que se producen y prestan en el entorno del Parc Natural de Penyagolosa, situado en el interior de la provincia de Castellón.
- Dinamizar y desarrollar económicamente un territorio en riesgo de despoblación.
- Poner en valor, la importancia y dignidad del trabajo de la producción primaria.
- Conservar social y medioambientalmente un área de alto valor ecológico.
- Incrementar el valor añadido de los productos y servicios locales.
- Mejorar la imagen de la comarca y del medio rural.
- Fijar población y luchar contra la despoblación.
- Crear nuevas oportunidades y puestos de trabajo.
- Generar un efecto multiplicador.
DePenyagolosa
es un proyecto de innovación social
Que va más allá de la comercialización directa de unos productos. Es un proyecto que busca la sostenibilidad económica, social y medioambiental de un territorio desfavorecido, con un alto compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Incidimos de manera directa en 11 de los 17 ODS:
- Fin de la pobreza.
- Salud y bienestar.
- Igualdad de género.
- Trabajo decente y crecimiento económico.
- Industria, innovación e infraestructuras.
- Reducción de las desigualdades.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Producción y consumo responsables.
- Acción por el clima.
- Vida de ecosistemas terrestres.
- Alianzas para lograr los objetivos
DePenyagolosa, es un proyecto promovido por la Cooperativa Agrícola Sant Bertomeu d’Atzeneta-Tossals de Penyagolosa Coop.V, a través de la Cooperativa de Segundo Grado, INTABE COOP. V., entidad con cerca de 80 años de existencia y que agrupa a más de 1.300 socios en una comarca que no llega alcanzar los 2.000 habitantes.
PENYAGOLOSA.
Penyagolosa es el pico más alto (1.813 m) y emblemático de la Comunitat Valenciana. El «gegant de pedra» ha sido un símbolo geográfico, cultural y mágico para multitud de generaciones de valencianos que han vivido bajo su sombra. Su nombre deriva del latín: «pinna» (montaña) «lucosa» (boscoso). El Parque Natural de Penyagolosa fue declarado en 2006 por el Consell de la Generalitat Valenciana, por su elevado interés geológico, biológico, histórico y paisajístico. En las estribaciones del macizo se han encontrado restos arqueológicos del neolítico, del bronce, y de los pueblos íberos, romanos y árabes, lo cual es una prueba de la atracción que Penyagolosa ha ejercido en la humanidad.
En la actualidad el elemento más significativo de la presencia humana es el ermitorio de Sant Joan de Penyagolosa. De origen medieval, fue un convento de cenobitas. Actualmente está integrado en un conjunto arquitectónico de estilo neoclásico del siglo XVII. Desde la edad media se han celebrado peregrinaciones penitenciales procedentes de los pueblos de alrededor (Vistabella del Maestrat, Culla, Xodos, Les Useres, Llucena, Ludiente, Castillo de Villamalefa, Villahermosa del Rio, Puertomingalvo y Atzeneta del Maestrat). Aunque en la actualidad aún se conservan algunas de estas romerías es la de «Pelegrins de Les Useres» la más famosa por haberse celebrado sin interrupción desde la edad media (actualmente está declarado Monumento Natural). Todo este patrimonio inmaterial está siendo objeto de recuperación a través del proyecto «Camins de Penyagolosa» patrocinado por la Diputación de Castellón, cuyo objetivo es catalogar estas pelegrinaciones como patrimonio inmaterial de la humanidad de la UNESCO.
Esta historia ancestral ha conferido a Penyagolosa un carácter mágico y espiritual. Ante sucesos catastróficos, como las pestes y hambrunas medievales, el hombre buscó estar más cerca de Dios, lo que le llevó a escalar las montañas más altas. Esta cercania al cielo y la identificación de su perfil desde muchos kilómetros a la redonda ha otorgado a Penyagolosa un carácter misterioso, mágico, mítico y espiritual.